Continuaba la tarde taurina, la mejor de fiestas, y si no aparece la lluvia llevaba camino de la mejor desde hace años... Pero entre el toro anterior de la Martelilla y este de Cubero Buendia llego la deseada lluvia pero que justamente hoy no era tan deseada.
Este Peluquero lo soltaron en la Avenida Castellón y de salida se metió contra barrotes y porteras, atacaba a todo lo que se movía detrás de los hierros, pero varias caídas y poco ímpetu en la embestida no dieron para mucho más, los recortadores lo median y el media más, parecía que no quería bajar ni de la acera... me comento uno de ellos.
Encastado y bruto este cárdeno oscuro se dedico a ir midiendo cada paso de la Avenida Castellón, tanto fue así que rechazo hasta la parada de cabestros preparada para esta tarde. Gracias a el buen hacer de los "mozos" lo llevaron hasta la plaza, pero allí ya dijo: "hasta aquí he llegado". Y con cada vez menos gas, se empleo durante un buen rato, al final fue laceado para poder llevarlo a los corrales, que no fueron los habituales, se llevo a la plaza de toros para mayor comodidad del animal.
Un día de descanso y el sabado por la tarde después de la entrada del toro Soneto de Guardiola, se emboló, de día a las ocho de la tarde, fue diferente, pero una alegría para mi cámara que pudo plasmar bien toda la embolada que por la noche con la poca luz es difícil, a veces casi imposible.
El toro se había vaciado en la entrada y no guardo nada para la embolada, por lo que aquí acabo su historia.
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