Esta tarde en Tendido Cero anunciaban que el hierro de Guardiola estaba herido grave,
un rato más tarde aparecía en la plaza D. Blasco un hermoso toro guarismo cero;
en la vida todo parece casual y fortuito y muchas veces no deja de ser certero,
Con este hierro. Soneto se llamaba, hondo y grande, negro de capa, como corcel árabe.
Hermano de camada de Cantaor, aunque hacia dos o tres como aquel, en cuanto a tamaño,
de fiereza la justa, se movio y miro pero no convenció al que se puso delante,
como para quedarse de pie, viendo pasar este enorme toro, "casi elefante"
el rumor se oía y todos comentaban el exagerado trapío: el burel más grande del año.
Yo esperaba más de tan afamado hierro, por lo menos encaste o algo de bravura,
no hubiese estado mal un poco fondo, no es que lo hiciese mal, pero bien tampoco
todos deseamos ese toro, que embiste mucho, no cae, no se cansa, y acude con premura.
Me había propuesto hacer un soneto como el nombre del toro,
lo veía difícil, pero casi la crónica estoy acabando,
pues a él se lo dedico por ser la base de todo este mundo, que para mi es ORO.
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