Ha pasado la semana de fiestas de Peñíscola, y solo he podido disfrutar de dos tardes de vacas de corro, y por lo comentado de los aficionados fueron las que por lo menos dieron juego, estuve el viernes 14 con el corro de Alberto Granchel que me parecieron buenas, a destacar la cuarta y quinta, aunque a todo el corro les falto "punch" no se si es por falta de fuerzas (es final de temporada) o porque solo estaban "el niñet" y "guardia" y al final también los toreros se agotan. El sábado 15 el corro fue de José Vicente Machancoses, y venia después de cosechar los éxitos de la Vall y Segorbe, el corro bueno, a mi parecer mucho mejor que el de Granchel, con fondo, vacas bravas y el toro con ese gusto de buscar todo lo que se mueve.
No voy a dejar la oportunidad hablando de toros y de Peñíscola, de volver a reivindicar lo que NUNCA tendría que haber desaparecido: la salida a la playa, se ha roto con una tradición esta si es, o era a estas alturas, una TRADICIÓN de la Ciudad en el Mar, y se debería intentar volver a tenerla.
Otra cosa, que le comente al Tejano (de la comisión de toros) con tantos aparatos en el ruedo: tablao, pirámide, talanquera, banco, no queda espacio para ver una rodada ni un quiebro, y muchos animales se vuelven a los corrales más que toreados, mareados.
Peñíscola, debería volver a su origen de bous a la platja. Si el "tio Sabastiano" y Mundo lo verían a buen seguro que se reivindicarian como yo lo estoy haciendo.
