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VINAROS, plaza de contrastes. Feria San Joan i Sant Pere

Que decir de una tarde calurosa en el coso marinero de Vinarós, puedo decir muchas cosas, primero que es un gustazo enorme ir con mis hermanos a los toros, tradición y costumbre o costumbre que se torna en tradición , dicho de cualquier manera me vale.
Un cartel un tanto ajustado, Juan Serrano Finito de  Córdoba, para mi uno de los que mejor interpreta o interpretaba la tauromaquia, Juan José Padilla, el pundonor de un hombre BRAVO, su tauromaquia gusta y transmite, Abel Valls, un torero de la tierra, uno de los que quieren y no pueden, uno de los que pueden y no les dejan...
Los toros de Marqués de Quintanar, lo esperado: terciaditos, cómodos y con diferentes comportamientos, más genio que bravura, las fuerzas... después de ver todas las corridas de Madrid, mejor no decir nada.

Abel Valls, para mi fue sin lugar a dudas el triunfador de la tarde, no en cuanto a trofeos que eso viene y va, pero en cuanto a tauromaquias (como ahora le llaman) encontradas y diferentes, el primero mas terciado lo aprovecho en cuanto se dejo, llegando alguna tanda a encontrase agusto, se nota la falta del "placeo", pero se suple con ganas y valor. Estuvo bien y fallo con el acero, aunque un pinchazo hondo fue de efecto fulminante. En el segundo vimos al torero que tanto nos gusta, con un toro un tanto complicado que embestía con el pitón contrario, lo toreó con el capote y lo templó con la muleta teniendo buenos momentos, lo mejor de la tarde, derechazos largos que nos dio una buena dimensión de lo que es nuestro torero, hubo algún natural hondo y con personalidad, una complicada estocada al segundo de su lote, que murió como empezó, cruzando el pitón,  como he dicho al principio me gustó lo que vi, mas teniendo en cuenta que Abel no tiene oportunidad de verse muchos días en el albero con los morlacos, las distancias y los terrenos se cogen toreando toros....a ver si tenemos suerte y lo podemos ver muchas tardes, porque TORERO HAY.

Después de lo mal acontecido hace una semana creo que ha dejado huella en todos, en mi por supuesto, el minuto de silencio en el paseillo me puso la piel de gallina, los brindis con montera al cielo un nudo en la garganta, pero la verdad de la tauromaquia, la realidad llamada TOROS es que la muerte y la vida están presentes en el circulo de la plaza, difícil vivir con ello, difícil lidiar ... por eso es tan grande el torero.

Juan José Padilla, puso lo que les faltó a sus toros "casta", el de Cádiz tiene algo que transmite y emociona, tiene un empaque que llena , si encima se pega un arrimón, con alguna tanda en su sitio, pues arma la de Dios, en las banderillas tuvo de todo, como la corrida, y en el primer toro hasta él se permitió la licencia de pedir explicaciones a la presidencia por no darle la segunda oreja, pero de todas formas estuvo bien, y cuando se le complicó el toro a Finito cogió la dirección de la lidia.

Juan Serrano, estuvo decoroso en su primero y nos dio la alegría de verle templar y ligar varias tandas, se vislumbraba algo...pero ahí se quedó...... un segundo, cuarto, gordote, que desparramaba la mirada y medía cada paso, nos privó de ver algo, Fino nervioso y sin sitio no pudo mas que apuntillar un toro que fue maltratado en el caballo.

Una tarde de toros, que te dejan cosas, mejores y no tanto, pero una cosa si hay que tener claro cuando se va a una corrida, no debemos faltar al respeto, a un torero con silencio se le reproba abroncarle cuando esta delante del toro no nos lleva a nada.... los toros son y serán así con su parte dulce y su parte amarga. Esa es la magia de la tauromaquia.