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24 de Abril TRIATHLON DE PEÑISCOLA. Sus historia me tienen pillado.

Primero y que no se me olvide, gracias Manu y Laura de Triathlon Infinitri Peñiscola.

Todos los años asisto como espectador, con mi cámara claro, a este evento de gran nivel deportivo y grandisimo nivel humano. Si el año pasado casi lloraba con la historia de Israel Pinto, gran triathleta, este año ha sido variadas las historia humanas, que se entrelazan con las deportivas y van transcurriendo desde las siete de la mañana hasta casi las tres de la tarde.
Empezando por lo deportivo, como en ediciones anteriores el ganador comenzó dominando en la punta del muro de Peñiscola,  pese al "handicap" de la resaca de corriente de norte-este ya fue sacando ventaja y en a la playa norte llegaba solo, en el tramo bici fue de más a más, subiendo a Cervera con facilidad y rodando los toboganes de Calig con rapidez, aprovechando el viento cuando le era favorable, se calzo las zapas y sigue...sigue... tan solo un compañero de equipo seguía su estela y a unos minutos el grupo de elegidos, o mejor preparados, según como se mire. Las mujeres que salen mas tarde con todo lo que esto conlleva, valientes, muy valientes, con eso que solo tiene los TRIATHLETAS.
 Pero la otra carrera, la gran carrera que es el Triathlon de Peñiscola seguía, seguía cada uno con su crono, seguía cada uno con sus misterios, seguía en cada cabeza, seguía en cada paso, pensando en los entrenes hechos y no hechos, y maldiciendo "porque estoy aquí".
Historias de la compañera alentando a su marido con el niño/a en el carrito o medio dormido en el brazo, historias de ver como el compañero/a alenta sin parar durante toda la carrera, historias del hermano corriendo a la par dando ese último animo, historias de el hijo subiendo la cuesta de la Venus llevando en "volandas" a su padre a las 13 horas que las piernas ya dicen que tienen bastante, historias como en esa misma cuesta ya comenzando la bajada se rompe un atleta y decide parar y no continuar "no puedo me he roto", le digo que yo le acompaño a pie, andando hasta meta que ahí no se queda y continua...Bravo.
Historias ver como al pasar por la zona de la batucada todos se llenan de ritmo y no quieren pensar en el sufrimiento y el dolor de piernas y espaldas, como saludan y agradecen el esfuerzo también de estos con sus timbales. Supongo la batucada no lo sabia, pero yo que me he criado alli, en el desdeelcerro, ese lugar se llama el RACO CALENT. De verdad que lo hiciestes caliente, bravo chicos.
Historias como tendrá cada uno de estos valientes. Al principio de la mañana me decía un compañero aficionado a la fotográfia que: "están hechos de otra pasta", no amigo  son de carne y hueso como todos los mortales pero cuando decides practicar un deporte tan  exigente como este debes dar todo si quieres llevarte algo.
Ahora mientras escribo esto y preparo las fotos en la que aparcen estos "desconocidos" y pienso en sus historias, estas historias que llevan cada uno, estas historias que hacen grande este TRIATHLON DE PEÑISCOLA.