Con la grata sensación que nos dejo Contador el viernes en la etapa de L'alpe d'huez, vimos un ciclista, un gran ciclista dándolo todo lo que tenia y lo que creía tener por luchar contra los molinos, UN QUIJOTE, bendido quijote. Desafió a todos a sabiendas de lo difícil, casí imposible diría yo, que tenia destronar a los que por delante tenia en la clasificación. Al final no pudo ni ganar la etapa, el ciclismo es muy duro... pero nos queda por si a alguno le entro alguna vez la duda, nos queda como decía el sentimiento y la gran lucha que todo GANADOR debe tener y más si es un campeón como la copa de un pino. Viendo el televisor, desde casa que se ve muy bien, llegue a sentir el dolor de sus piernas y la angustia de querer sin poder, me emociono Alberto como pocos deportes y pocos deportistas lo pueden hacer.
Aunque la parte negativa la puso en algunos comentarios que como siempre son poco acertados del iluminado de Eurosport, viendo peor la imagen prefiero oír a Perico Delgado y Carlos de Andrés, que al "fenómeno" compañero del gran ciclista Eduardo Chozas.
Otra cosa que no puedo entender es como una competición "tan sería" como es el Tour, puede reciclar a un montón de ciclistas en las etapas duras después de entrar fuera de control, jornadas que se dedican a descansar (si en el tour se puede descansar) y entrar con una minutada, repito fuera de control, al día siguiente uno de estos le arrebata la etapa al campeón de este año que si ha luchado cada día por eso es el que en menos tiempo ha hecho la ronda gala, esto no son igualdad de condiciones. El domingo otro de los que descansan (también entro fuera de control) en días anteriores, volvió a ganar al sprint y se enfundo el maillot de la combinada o regularidad. Los puntos también los dan a los que llegan tarde ¿?.
Así es, con el ciclismo en todo lo alto la emoción se trasladaba a lo que iba a ocurrir en el coso de la calle Xativa, D. José Tomás, reaparecía después de la cornada que casi le costo la vida en Méjico. No soy yo quien va a comentar lo torero que es ni la gran tauromaquia que despliega el diestro de Galapagar, pero algo si me apetece dejar en este blog, entendiendo y respetando lo que la gente siente cuando torea José Tomás, creo que se esta pasando el umbral, solo podrán opinar de su tauromaquia los que asisten, asistimos, a alguna corrida en la plaza, ya que en la era de la comunicación no podemos verlo por ningún medio. Debemos quedarnos con la opinión de los críticos taurinos, y con las sensaciones de un público que muchas veces me parece que esta como inducido por un toreo de fuera de este mundo, dando grandes ovaciones en el paseillo cuando a otros les silbarían. Espero poder disfrutar de su tauromaquia cuando pueda ser, y sino siempre me quedarán las crónicas, como cuando toreo Manolete, al que no tuve la suerte de ver torear.
GRACIAS A D. ALBERTO CONTADOR Y A D. JOSÉ TOMAS, por hacer más creíble este mundo tan difícil que nos toca vivir.
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