CASTELLON Y LOS ADOLFOS, un amor no correspondido. Primera de ciclo.

Una tarde rara, toros a las ocho, una feria, fuera de feria, pero me vale si puedo volver a las gradas de mi plaza en Pérez Galdós y me llena, si lo hago acompañado de mis hermanos.

Con entusiasmo y ganas desde que se anuncio fuimos a ver al debutante en nuestro coso, Emilio de Justo y a un emergente Daniel Luque, que me recordó aquel Daniel de hace unos años.

Los Adolfos, sin llegar a la decepción, si me dieron un mal regusto, el comportamiento de cinco de seis fue malo, con poco que decir para ser toreados y lo peor es que casi nada para ser lidiados.

Una grata excepción "Tomatillo", tercero de la tarde desde que tomo los vuelos de los capotes se le vio buen ritmo, transmisión y confirmo su bravura con el caballo, buena lidia con Chacón al mando, buen tercio de banderillas, cuando las cosas se hacen bien suelen salir mejor. Así se quedo el balón botando y dentro de área, comenzó la faena Luque y aunque le dudo en la primera tanda, pronto escogió bien el terreno y el ritmo el Adolfo lo agradeció y nosotros disfrutamos de buenos derechazos, mas justo al natural. Esto, y estocada, dos orejas y vuelta al ruedo para el burel que nos dijo el ganadero un rato mas tarde que estuvo de sobrero en Vistalegre hace unos días.

De Justo no pudo hacer nada, ni con el bonito segundo, menos con el peligroso sexto, el cuarto devuelto por falta de fuerzas, como todos sus hermanos, remendado con uno de las Ramblas y aquí pongo el punto y aparte.

Llegan ocho toros de Adolfo a los corrales, dos que sobresalen a los demás, pasan reconocimiento todos y se apartan estos dos y rellenan con harina de otro costal. Ahí lo dejo, cada uno que piense lo que quiera, algunos saben porque en una corrida de Adolfo Martin los sobreros son de otros hierros.

Lo mejor las ganas de ser toreros de Daniel Luque y Emilio De Justo.

La ovación al comenzar la corrida por mi parte no fue de animo, fue de reconocimiento.

Otro detalle: actuaba como sobresaliente Alvaro La Calle, no vi si fue invitado en algún momento a realizar un quite, ya digo que no lo vi, si declino él, se entiende los toros no eran de lucimiento, si no fue invitado, feo detalle.

Tomatillo de Adolfo Martin, vuelta al ruedo en Castellón. Dos orejas para Daniel Luque.