LA ENTRADA DE LAS BARCAS.

Empujando el carro, destino la subasta.

Cadenas humanas para llegar al muelle.

Ya he comentado otras veces,  me apasiona el mar y el puerto de Peñíscola,  es una buena manera de pasar la tarde estando de vacaciones, ver la entrada de los barcos y la llegada de los pescadores a tierra, trayendo sus frutos a la lonja.

El acarreo de cajas es incesante.

Es una momento rico en imagenes y sensaciones, placentero diría yo. El ir y venir de los marineros que se agolpan por las cubiertas de las barcas, unos acabando de clasificar el pescado, otros arreglando las artes estropeadas, los más haciendo como una cadena humana para descargar las cajas de su preciado botín: salmonetes, langostinos, galeres, y pescados de toda clase van llenado el carro que tras recorrer los metros del malecón pararan en la lonja, ahora mecanizada y electrónica, hace un tiempo manual y de viva voz.
La subasta pone fin o por lo menos punto y aparte a este cosecha que los pescadores han "arrebatado" al Mediterraneo y que van a deleitar los paladares de tantos y tantos españoles.
Nota: más fotos en mifotoblog.